En este proyecto de vivienda tipo dúplex, nuestro objetivo fue dar forma a un hogar que respirara equilibrio y coherencia en cada detalle. Intervenimos en la zona de salón, comedor, cocina y baño, trabajando desde la base arquitectónica hasta los últimos toques de decoración y estilismo, para conseguir un espacio completamente pensado a medida de sus habitantes.

Desde el inicio, tuvimos claro que la funcionalidad y la estética debían ir de la mano. Cada decisión, desde la elección de materiales hasta la ubicación de una lámpara, se tomó con la intención de crear un ambiente armónico, fluido y muy personal.

El proyecto se caracteriza por un mobiliario 100% a medida, diseñado específicamente para este espacio. Uno de los puntos clave fue el aprovechamiento del bajo de la escalera, que se transformó en una zona de almacenaje integrada, discreta y elegante, aportando orden y practicidad sin restar ligereza visual al conjunto.

En paralelo, se seleccionó cuidadosamente todo el mobiliario exento, escogido pieza a pieza para dialogar con el entorno y mantener la coherencia cromática y material del proyecto. Cada elemento –sofá, mesa de comedor, sillas o luminarias– fue elegido a conciencia, buscando que todos convivieran en sinergia y reforzaran la identidad del espacio.

La intervención incluyó también una revisión completa de la instalación eléctrica, desplazando y adaptando los puntos de luz y mecanismos para acompañar la nueva distribución y realzar cada zona con la iluminación adecuada.

Finalmente, el estilismo y la decoración aportaron la capa emocional que convierte una vivienda en un hogar. Texturas naturales, una paleta cromática cálida y la combinación de piezas contemporáneas con toques atemporales dieron como resultado un conjunto equilibrado, acogedor y con mucha personalidad.

Este dúplex refleja la esencia de nuestro trabajo: crear espacios que hablen de quienes los habitan, donde cada decisión tiene sentido y cada rincón cuenta una historia.